Te decimos por qué no debes guardar los huevos en la puerta del refrigerador

Guardar los huevos en la puerta del refrigerador puede parecer una opción conveniente, ya que muchos modelos cuentan con compartimentos especialmente diseñados para ellos.


A simple vista no parezca un problema, el movimiento constante de la puerta al abrir y cerrar el refrigerador provoca fluctuaciones de temperatura, lo que acelera el deterioro de los huevos.


Los expertos en conservación de alimentos sugieren ubicar los huevos en una zona más estable y fría dentro del refrigerador para preservar su calidad y seguridad.


¿Por qué evitar guardar los huevos en la puerta del refrigerador?


Aunque parece práctico guardar los huevos en la puerta del refrigerador, ya que es un espacio de fácil acceso y muchos modelos cuentan con compartimentos diseñados específicamente para ellos, hay tres razones clave para evitar este hábito:


1. Fluctuaciones de temperatura: La puerta del refrigerador es la parte que más sufre cambios de temperatura debido a que se abre y cierra constantemente. Estas variaciones pueden afectar la frescura de los huevos, acelerando su deterioro.


2. Mayor riesgo de bacterias: El calor y la humedad que se generan en la puerta crean un ambiente ideal para la proliferación de bacterias como la *Salmonella, lo que aumenta el riesgo de contaminación.
3. Menor vida útil: Al estar expuestos a temperaturas inestables, los huevos pueden echarse a perder más rápidamente, reduciendo su tiempo de consumo seguro.


¿Dónde es mejor guardar los huevos en el refrigerador? 


Si bien la puerta no es el lugar ideal para conservarlos, hay otras opciones que pueden prolongar la frescura de los huevos:


1. En su caja original: Las cajas de cartón protegen los huevos de golpes y ayudan a que no absorban olores de otros alimentos, manteniéndolos frescos por más tiempo.


2. En el estante del medio o el inferior: Estos compartimentos suelen tener una temperatura más constante, lo que ayuda a conservar los huevos en mejores condiciones. Evitar ubicarlos cerca de la parte superior, donde las fluctuaciones de temperatura son más frecuentes.


3. Lejos de alimentos con olores fuertes: Los huevos tienen una cáscara porosa, lo que significa que pueden absorber olores de otros alimentos fácilmente. Por lo tanto, es recomendable mantenerlos alejados de productos como cebollas, quesos o pescados para evitar que adquieran sabores no deseados.


Fuente: excelsior.com.mx

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